EL gel de baño casero es un producto que ha estado presente en las casas españolas desde hace cientos de años. Nuestros abuelos y abuelas lo utilizaron en su infancia y sus antepasados durante toda su vida. Lo cierte es que este tipo de productos caseros han ido perdiendo popularidad con los años debido a la facilidad de encontrar una gran variedad de geles de baño en el supermercado a precios muy competitivos.
Sin embargo en la actualidad se aprecia una tendencia al alza de recuperar esta pieza de nuestro patrimonio cultural, para poder comprobar lo que nuestros ancestros sentían en su día a día. Y es que el encanto de lo casero es algo que no pasa de moda.
Lo cierto es que fabricar gel casero es muy fácil. Además, si usamos aceite de oliva para ello tendremos un gel con unas propiedades inigualables debido a las propiedades del AOVE.
- Aceite de oliva virgen extra. Hoy en día es muy fácil comprar aceite de oliva virgen extra gracias a internet, a unos muy buenos precios. El AOVE confiere al gel unas propiedades y unas características excepcionales.
- Jabón en pastilla. La podéis encontrar en cualquier supermercado o tienda especializada.
- Agua Mineral
- Aromas al gusto, preferiblemente a partir de aceites aromáticos.
La proporción de los ingredientes ha de ser:
- 100 gramos de jabón
- 30 mililitros de AOVE
- 300 mililitros de agua
- Aromas en función del tipo de componente. Si es en aceite, basta con 5 ml.
Estas serían las cantidades mínimas para la fabricación del gel. Si queremos hacer más, solo tenemos que multiplicar dichas cantidades en la proporción que deseemos.
La elaboración del gel casero es muy sencilla y cualquiera la puede hacer en su casa. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Lo primero es rallar el jabón. Podemos utilizar un rallador normal que dengamos en la cocina, un pelador de patatas, o un cuchillo.
- Ponemos el agua a calentar en una olla o cazo. El tamaño de la olla debe ser el suficiente como para que el agua quede aproximadamente a la mitad. No hay que llevar a ebullición el agua, solo calentarla a unos 70 – 80 grados.
- Una vez el agua haya alcanzado esta temperatura, la echamos en un bol, barreño o cualquier recipiente con el tamaño suficiente y en el que se pueda trabajar de forma fácil.
- Añadimos al agua el jabón rallado, y removemos con movimientos circulares hasta que los grumos desaparezcan y tengamos una mezcla homogénea.
- Una vez el jabón esté perfectamente disuelto, añadimos el AOVE. Removemos hasta que la mezcla vuelva a ser homogénea. Este paso puede ser complicado debido a la diferencia de densidad, pero el jabón conseguirá que el aceite se integre a la perfección. Si la paciencia nos puede, podemos usar una batidora a baja potencia.
- Una vez integrado el aceite de oliva en la mezcla, añadimos los aromas que hayamos elegido y los removemos hasta que se disuelvan en nuestro gel.
- Para rectificar la textura de nuestro gel, podemos añadir más agua para hacerla más líquida, o volver a hacer una mezcla de agua caliente y jabón más espesa para posteriormente añadirma a nuestro gel, si lo que queremos es espesarlo.
- Y… ¡Ya podemos disfrutar de nuestro gel casero como lo hacían nuestros abuelos!
Este gel es conveniente preservarlo a temperatura media de unos 20 grados, por lo que por lo general en nuestro cuarto de baño no habrá ningún tipo de problema.
Sin más, esperamos que este artículo os resulte interesante. Contadnos vuestra experiencia y compartid este artículo para que más gente pueda disfrutar de un estupendo gel casero con base aceite de oliva virgen extra.
